
No hace mucho, los investigadores de seguridad de Zimperium descubrieron 37 programas para Android que incluían un código malicioso conocido como «Schoolyard Bully».
Estas aplicaciones estaban disponibles principalmente en Google Play Store, pero algunas de ellas seguían encontrándose en otras tiendas de aplicaciones incluso después de que Google las eliminara. En consecuencia, siguen siendo un peligro para las personas.
Se ha informado de que las aplicaciones fueron descargadas por 300.000 usuarios de 71 países de todo el mundo, pero parece que las principales víctimas de este virus fueron los habitantes de Vietnam.
Facebook está en la mira de este virus
El virus «Schoolyard Bully» ha sido diseñado para parecer una herramienta educativa útil. Cuando alguien intenta instalarlo, se le presenta una ventana de inicio de sesión de Facebook aparentemente válida. Sin que el usuario lo sepa, el proceso de instalación también activará un código JavaScript oculto que registrará las pulsaciones del usuario.
Los investigadores aún no han descubierto al responsable del ataque, que lleva produciéndose desde hace cuatro años o más.
El hacker intenta hacerse con las contraseñas de Facebook, los números de cuenta, los nombres de usuario, los nombres de las máquinas, los detalles de la memoria RAM y la información de la API.
Es probable que el delincuente esté utilizando las contraseñas de Facebook para diversos fines, por ejemplo, para difundir software malicioso a un gran número de personas o para publicar y compartir artículos de noticias con información errónea.
Además, pueden utilizar los detalles adquiridos para ejecutar ataques de compromiso de correo electrónico comercial (BEC) y otros tipos de robo de identidad.
Las personas que utilizan la misma contraseña en varios servicios pueden ser vulnerables a que se acceda a sus otras cuentas sin su permiso. Se recomienda crear contraseñas diferentes para cada programa y aprovechar la autenticación multifactorial si está disponible.
Además, deben tener cuidado con la descarga de aplicaciones de fuentes no confiables y sitios web que no están afiliados al proveedor de servicios.